Se acostumbró a la soledad… no puede estar con nadie, nadie puede estar con ella. Solo vive su existencia viendo como pasan los días, pero ya no lamentando aquella perdida, hoy no siente dolor, hoy no sufre, hoy no ríe, hoy no llora, hoy solo vive.
En ella no hay más que un gran agujero, un inmenso vacío, que voluntariamente no llenará. Es su camino, su vida, es su elección, pasar por este mundo solo como una gran sombra…
Te pienso, te lloro, te sueño, te extraño… Te amo.
«Ella veía la luna todas las noches con la esperanza de que él la viera donde quiera que estuviera, y la luz de sus ojos se reflejara al menos un poco en aquella hermosa luna; para ella no había peor sentimiento que extrañarlo, porque sin él, ya no le importaba nada»
Era de madrugada, tomaba un café sin azúcar ya que las cosas dulces le recordaban sus besos, la dulces mañanas juntó a él; y fumaba, fumaba un cigarro ya que era lo que detestaba, pero que sentido tenía cuidar su salud si ya no existía quien se preocupara por ella, escucha las palabras de ánimo, «todo es para mejor» o «pasará en unas semanas» pero sólo eran palabras vacías, frases triviales, sin sentimiento ni profundidad alguna. Ya no creía en nada, no esperaba nada, la felicidad , sentimiento efímero que después se transforma en una dolorosa agonía, miraba como el reloj avanzaba, como el cigarro se deshacía y como su café, su café amargo igual que su sentir, se enfriaba y se evaporaba, miraba el cigarro con deseo, pero no con ese deseo de un adicto, esa necesidad de fumarlo, sino que desea ser el cigarro para así en unos minutos deshacerse completamente y que con la ayuda del viento, el proceso fuera aún más rápido, miraba el café y se sentía como ese líquido que cuando terminará de enfriarse sería un simple líquido amargo que nadie bebería y que terminaría en una cañería, o en una esquina olvidado, como una simple taza vieja que no quieren volver a utilizar, y así las horas pasaron, los cigarro se acabaron y el tazón quedó en una esquina, abandonado.
Documental: La Luna en Ti: Un secreto demasiado bien guardado dirigi
do por Eslovaca Diana Fabiánová
Gente! Si no lo han visto, véanlo. Muy recomendable!
En la película se aborda la temática del Tabú de la Menstruación. A través de experiencias personales y colectivas que son presentadas en el film, nos adentramos en un viaje que para muchas personas es desconocido, a pesar de que al mismo tiempo sea cotidiano en la vida de las mujeres. Es un documental para digerir, para reflexionar. En el se presentan también expertos de distintos centros médicos y de investigación en el mundo, que discuten la menstruación desde distintos ángulos. Ademas también toca la temática de los anticonceptivos hormonales y sus consecuencias en el cuerpo femenino.
Muchas mujeres sufren de menstruaciones dolorosas desconociendo las razones. El documental muestra casos particulares de mujeres que logran disminuir esos dolores con ayuda de la danza.
AcciónFem te invita…
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Espero curarme de ti en unos días.
Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible.
Siguiendo las prescripciones de la moral en turno.
Me receto tiempo, abstinencia, soledad.
¿Te parece bien que te quiera nada más una semana?
No es mucho, ni es poco, es bastante.
En una semana se puede reunir todas las palabras de amor
Que se han pronunciado sobre la tierra y
Se les puede prender fuego.
Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado.
Y también el silencio. Porque las mejores palabras de amor
Están entre dos gentes que no se dicen nada.
Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral
Y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero
Cuando digo: «qué calor hace», «dame agua»,
«¿Sabes manejar?», «se hizo de noche»
Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías,
Te he dicho «ya es tarde», y tú sabías que decía «te quiero»).
Una semana más para reunir todo el amor del tiempo.
Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras:
Guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura.
No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana
Para entender las cosas. Porque esto es muy parecido
A estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.
Jaime Sabines
Caminar y correr, encontrarte en los árboles, sentirte con el viento, una dulce y fría caricia que me estremece el corazón, esperar que llegues cálidamente con un rayo de sol, un abrazo lleno de amor, escucharte en todo lugar, ¿esperarte o salir buscar? sólo tener la esperanza y la ilusión que todo cambiará y que si no pasa pronto, al menos en un momento acabará.
“Quiero sentir tu mano en mi pelo, tus labios sobre los míos, el aleteo de tus pestañas sobre mis ojos. Quiero sentirte cerca mío, muy cerca, adentro mío. Quiero comerte la boca despacio, jugar con tu cuerpo y que tu juegues con el mío.”
You know I’m here waiting for you.
Días eternos, vacíos, monótonos, intentar cambiar, respirar un aire inexistente, una vida ausente, una muerte presente, mirarte a los ojos, decir «te amo», que nada valga, que todo sea en vano, la confianza muerta, los problemas nuevamente recordados, cómo resolverlo, cómo pedir perdón, intentar cambiar, quererlo con toda al alma y fallar una y otra vez, querer encontrar un final, mirar el cielo, abrazar la noche, esconderse en los temores, querer regresar, solucionar todo, pero se acaba el aire de la voz, estar encapsulado en tu amor, dibujar sombras, seguirlas esperando encontrarte, ojeras grises, en las cuales tu nombre se marca, extrañarte, soñarte, pensarte, amarte. y querer volver a encontrarte
Estado de ausencia ~ 